La comunidad Chimán de Maraca'tunsi es una de las pocas comunidades indígenas de la Amazonía Boliviana que aún vive íntegramente de la naturaleza. La caza, la pesca, la siembra y la recolección continúan siendo su principal modo de subsistencia. Sus habitantes dependen del bosque para sobrevivir y, a la vez, el bosque depende de ellos para conservar sus ecosistemas vivos. En 2019, durante la realización de un fotoreportaje del Pulitzer Center sobre la deforestación en su territorio, el corregidor de la comunidad propuso al fotógrafo Manuel Seoane realizar un proyecto documental sobre la vida chimán y el bosque. Acostumbrado a trabajar mayormente en fotografía, él les propuso hacer un libro con fotos y textos, sin embargo, la comunidad sugirió hacer una película, «como esas que salen en la televisión». Un año después, gracias al apoyo del programa National Geographic Explorers, Manuel retornó a la comunidad, llevando, además de su equipo fotográfico, otras seis cámaras de bolsillo para que la comunidad y en especial los jóvenes, pudiesen filmar y participar creativamente en la realización de su película. El documental Chatdÿe Tsimane (Pariente Chimán), filmado y editado colectivamente, es el resultado de esa experiencia.